La Escala de Cincinnati, desarrollada por médicos de emergencia en el Centro Médico de la Universidad de Cincinnati, es una evaluación rápida y simple diseñada para ayudar a identificar a las personas que podrían estar experimentando un ACV.
Fue creada para ser fácil de recordar y de aplicar en situaciones de emergencia, incluso por personas sin entrenamiento médico especializado.
La Escala de Cincinnati se basa en tres componentes principales que son fáciles de recordar con el acrónimo “FAST”:
Face (Cara): Se pide a la persona que sonría. Si hay una asimetría facial, es decir, si una parte de la cara parece caída o no se levanta de manera simétrica con la otra, podría ser un signo de ACV.
Arms (Brazos): Se le pide a la persona que levante ambos brazos al mismo tiempo. Si uno de los brazos cae o es incapaz de levantarse, puede ser un indicio de ACV.
Speech (Habla): Se solicita a la persona que repita una frase simple. Dificultad para hablar o entender el lenguaje puede ser otro indicador de un ACV.
Time (Tiempo): Si se nota alteraciones en algunas respuestas del paciente, es posible que esto sea un signo de derrame cerebral.
Si 1 de estos 3 signos es anormal, la probabilidad de ataque cerebral es del 72%, en cambio, si 2 de estos 3 signos es anormal, las probabilidades se elevan hasta un 85%.